Las posibilidades de la privacidad
Cómo satisfacer las necesidades de los empleados Necesidad #1
Según un estudio realizado por Steelcase, la privacidad es lo que más necesitan las personas en el trabajo, seguida muy de cerca por los espacios que favorecen el bienestar. Ambas cuestiones están relacionadas: la falta de privacidad contribuye a problemas de bienestar, ya que las personas tienen dificultades para satisfacer las exigencias del trabajo, mantenerse concentradas y motivadas, colaborar de forma eficaz y hacer frente al aumento del estrés y la ansiedad. No se trata de un problema nuevo, pero se ha vuelto más urgente.
La falta de opciones de privacidad para los empleados y directivos es una carencia en muchas oficinas y ha sido una queja constante desde que se popularizaron los espacios diáfanos. En 2014, Steelcase lo denominó «La crisis de la privacidad» e identificó el impacto que estaba teniendo en el compromiso de los empleados. En los años previos a la pandemia, las noticias se hacían eco de lo mucho que la gente odiaba las oficinas diáfanas, donde se sentían expuestos y abrumados por el ruido y las distracciones. Luego llegó la pandemia y, de repente, la gente se encontró trabajando desde casa, donde pudo experimentar lo que era tener más control sobre su entorno físico. Incluso si los niños y la ropa sucia les reclamaban, sentían que tenían más autonomía.

Un problema creciente
Cuando las personas volvieron a la oficina, el problema de la privacidad se hizo más evidente. En algunos casos, los espacios de trabajo no cambiaron, y en otros, se eliminaron puestos asignados para favorecer más espacios de colaboración, reduciendo las áreas privadas. Han pasado 11 años desde la investigación de Steelcase sobre privacidad, y las dinámicas laborales han evolucionado. Entre los cambios más significativos están; el aumento de reuniones y el auge de las videollamadas.
Cuando están en la oficina, el 50% de las personas se queda en su mesa para una vídeollamada, no sólo porque las salas están ocupadas continuamente sino también porque a menudo no hay ningún sitio cerca que ofrezca un mayor nivel de privacidad. Pero los espacios de trabajo individuales rara vez cubren las necesidades de privacidad de las personas en su jornada de trabajo. Les cuesta concentrarse cuando realizan un trabajo individual, colaborar eficazmente sin molestar a los demás o simplemente encontrar un momento de descanso durante el día.
A medida que aumentan las distracciones, crece la demanda de privacidad, pero esto no implica volver a las oficinas cerradas ni asignar despachos privados a todos, ya que no respondería a las necesidades actuales.

Los empleados quieren variedad
El acceso a distintos tipos de espacios es lo que más favorece a las personas, según un estudio de Leesman, empresa de consultoría sobre la experiencia en el entorno laboral. El Índice Leesman, también llamado puntuación Lmi, oscila entre 0 y 100 e indica en qué medida el espacio de trabajo ayuda a los empleados.
Las personas con despachos privados están ligeramente más satisfechas que las que tienen mesas individuales asignadas en espacios abiertos. Sin embargo, las personas se sienten mucho más satisfechas, incluso con un puesto no asignado, si disponen de una gama de espacios que responden a diversas necesidades

La privacidad adopta muchas formas
La privacidad no es la misma para todos y cambia a lo largo del día según la actividad. Al trabajar individualmente, las personas necesitan concentrarse sin distracciones, tener conversaciones privadas, unirse a videollamadas sin interrumpir a otros y encontrar un lugar tranquilo para recargar energías. Los equipos requieren espacios para sesiones confidenciales y para colaborar sin interrupciones.
Estas actividades requieren distintos tipos de privacidad. Abordar estas necesidades requiere una solución integral que vaya más allá de los puestos o salas tradicionales. Las personas necesitan espacios que ofrezcan diferentes niveles de privacidad para satisfacer tanto necesidades individuales como de equipo, sin que llegue a ser complicado.

Una frustración común en muchas oficinas es la falta de espacios privados disponibles, especialmente en entornos laborales que dependen únicamente de salas cerradas tradicionales. Sin embargo, la privacidad no tiene que limitarse a espacios con puertas cerradas.
Al incorporar una variedad de espacios con diferentes niveles de privacidad en todo el espacio de trabajo, las organizaciones pueden satisfacer de manera más asequible y accesible las diversas necesidades y preferencias, asegurando que las personas tengan el nivel adecuado de privacidad según lo que necesiten a lo largo del día.
Privacidad acústica
Trabajar sin distracciones o hacer ruido sin llegar a molestar.
Privacidad visual
Evitar ser visto y las distracciones visuales.
Privacidad espacial
La libertad de reclamar y controlar un espacio como propio.
Privacidad informativa
La capacidad de proteger la confidencialidad.
Explorar diferentes enfoques de privacidad personal y de equipo
Los espacios privados pueden ser completamente cerrados, aislados o incluso abiertos para apoyar el trabajo individual y en equipo.
Además de los espacios cerrados como salas y cubículos, los espacios abiertos pueden ofrecer privacidad mediante paneles, estanterías y control de ruido, cubriendo necesidades visuales, acústicas, espaciales e informativas.
El uso de capas de oscurecimiento como las películas protectoras para las paredes de cristal pueden ocultar el contenido de las pantallas al exterior. Elementos como paneles acústicos, puestos bien orientados y sillería en diferentes alturas ayudan a reducir distracciones. Estos detalles ofrecen privacidad sin aislar a los trabajadores. Los espacios cerrados deben estar bien distribuidos para ser accesibles cuando se necesiten.
Todos necesitamos privacidad, pero factores como el entorno, la cultura y las preferencias personales influyen. Para quienes son más sensibles a los estímulos, poder controlarlos es clave. Las distintas configuraciones permiten a los usuarios elegir el mejor lugar en función de lo que estén haciendo, su estado de ánimo y su personalidad, lo que hace que la privacidad sea más personal.

Muchas formas de crear privacidad
La privacidad es esencial en el trabajo hoy en día, tanto para trabajar solo como en equipo. Existen muchas formas creativas de conseguirla: no se trata sólo de espacios cerrados, aunque también son importantes. Aquí tienes algunas ideas para conseguir espacios cercanos entre sí en los que las personas puedan mantener su intimidad y comodidad y relacionarse con sus compañeros.
