7 ideas inteligentes para mejorar la privacidad
Si quieres que las personas trabajen más en la oficina y se concentren mejor, la privacidad debe ser más accesible.
A medida que más organizaciones exigen que los empleados pasen más días en la oficina, uno de los mayores obstáculos para un regreso exitoso es la falta de privacidad. Los espacios abiertos y compartidos a menudo no ofrecen lugares para concentrarse, mantener conversaciones confidenciales o recargar energías. El aumento de las videollamadas ha intensificado el problema, generando una mayor necesidad de áreas silenciosas y cerradas, espacios que muchas oficinas no están diseñadas para ofrecer.
Los datos de Steelcase revelan una brecha significativa entre la importancia que las personas atribuyen a distintos tipos de espacios —como los de concentración, colaboración, socialización, aprendizaje y descanso— y su satisfacción con el funcionamiento real de esos espacios. Las mayores diferencias se encuentran en concentración y descanso, donde la satisfacción está muy por debajo de su importancia. Y esto afecta más que solo algunas quejas: impacta la productividad, el compromiso, el bienestar y el éxito de las estrategias de trabajo híbrido.

¿La buena noticia? No necesitas rediseñar toda tu oficina. Solo hay que repensar cómo se integra la privacidad en el diseño del entorno laboral. Aquí tienes siete formas inteligentes y comprobadas de crear espacios que ayudan a las personas a dar lo mejor de sí:
1. Zonas de concentración en el plano
2. Privacidad al alcance
3. Privacidad visual — no siempre hacen falta paredes
4. Diseña para distintos niveles de privacidad
5. Crea santuarios acústicos
6. Protege la espalda de las personas
7. Hazlo adaptable
1. Zonas de concentración en el plano
La ubicación importa. Sitúa las áreas de alta energía como cafés o zonas de colaboración cerca de la entrada o alejadas de los puestos de trabajo. Reserva zonas tranquilas —como bibliotecas, rincones o áreas individuales de concentración— en zonas más internas. Este flujo natural de lo social a lo aislado ayuda a reducir el ruido y las distracciones.
Piensa en tu oficina como una ciudad: mantén el “centro” vibrante, pero asegúrate de que haya espacios tranquilos para escapar del bullicio.

2. Privacidad al alcance
Muchas personas atienden llamadas en su escritorio, no por elección, sino porque no hay otro lugar. Soluciona esto colocando cabinas telefónicas, espacios privados y pods cerca de las zonas de trabajo, para que sean fáciles de usar para conversaciones rápidas o concentración profunda. No los aísles en rincones lejanos: si no están cerca, no se usarán

3. Privacidad visual — no siempre hacen falta paredes
No siempre se necesita un cierre total. Barreras visuales como estanterías altas, plantas, pantallas de escritorio o estantes bloquean las líneas de visión y crean una sensación de separación sin aislar a las personas de sus equipos.
No se trata de encerrar a la gente, sino de darles un respiro de estar siempre expuestos.

4. Diseña para distintos niveles de privacidad
Las personas necesitan opciones, porque sus necesidades de privacidad cambian a lo largo del día. Los investigadores de Steelcase sugieren centrarse en tres tipos de privacidad: ayuda acústica en espacios abiertos (como paneles o pantallas) para reducir el ruido; zonas protegidas que ofrecen cierto aislamiento para trabajar concentrados sin desconectarse; y espacios completamente cerrados para llamadas, trabajo silencioso o conversaciones privadas.

5. Crea santuarios acústicos
El sonido es uno de los principales causantes de frustración en el trabajo. Para reducirlo, utiliza materiales como paneles de techo de fieltro, baldosas acústicas, muebles suaves e incluso alfombras. Los paisajes sonoros, como sonidos de la naturaleza, aportan sus beneficios al interior. Un paisaje sonoro bien diseñado apoya distintos modos de trabajo —como concentración, colaboración o relajación— gestionando el nivel y la calidad del sonido. Distribuye estos elementos por toda la oficina para minimizar la propagación del ruido. Una sala visualmente impactante no sirve si resuena como un gimnasio.

6. Protege la espalda de las personas
Evita colocar escritorios con la espalda hacia los pasillos: eso hace que las personas se sientan expuestas. Orienta los puestos de trabajo para que los empleados tengan cierto control sobre su campo visual. Añade elementos de protección donde sea posible y mantén las zonas de alto tránsito fuera de su visión periférica. Un pequeño ajuste en el diseño puede marcar una gran diferencia en la comodidad y productividad.

7. Hazlo adaptable
Las necesidades de privacidad cambian constantemente. Equipa los espacios con pantallas móviles, escritorios ajustables en altura y mobiliario modular para que las personas puedan configurar su entorno. Cuanto más control tengan, mejor podrán adaptar el espacio a sus necesidades en cada momento.


